Miguel Ángel Valero
Una posible escalada de los conflictos bélicos y el ascenso de los nacionalismos económicos serán los principales desafíos para una evolución positiva de los mercados y de la economía en 2025, según señala la gestora de activos global Columbia Threadneedle Investments. Su CIO, William Davies, señala que la posibilidad de un recrudecimiento en los distintos focos de tensión genera una volatilidad a corto plazo que “resulta realmente preocupante, así como la posible reaparición de presiones inflacionistas a largo plazo, dos factores que tendrán incidencia directa en las compañías”.
En su opinión, “el nacionalismo económico es cada vez más inevitable” y la victoria republicana en las elecciones estadounidenses “podría conllevar una rebaja de impuestos, a excepción de una posible subida de aranceles, y una reducción de la regulación, lo que tendrá consecuencias para el comercio internacional a medida que nos adentremos en 2025”.
Otro factor a tener en cuenta es la relevancia de la transición energética, que continuará fomentando la inversión en energías alternativas a medida que nos acercamos al año 2030, año para el que la Comisión Europea se ha marcado como objetivo vinculante que las energías renovables representen un 42,5% del mix energético en la UE: “A medida que nos acercamos al año 2030, cabría esperar una mayor dilución de los objetivos de la transición energética. Y cabe la posibilidad de que estas negociaciones cobren un sesgo más político y pragmático, y que los aranceles comerciales desempeñen un papel cada vez más notable".
Los “enfoques divergentes” que adopten los bancos centrales para la recuperación y el crecimiento económico pueden provocar un crecimiento económico dispar durante el año 2025 que también podría provocar una evolución desigual de los mercados. “Hemos visto recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra. Sin embargo, con la inflación subyacente en torno al 2,5% y la inflación subyacente cercana al 3% en Estados Unidos, y similar en el resto del mundo, no anticipamos que los tipos caigan tanto como la gente cree, y serán superiores a los de la década de 2010. Esto repercutirá en las inversiones y el posicionamiento de las carteras”, explica William Davies.
Los déficits presupuestarios son otro de los elementos a vigilar durante el próximo año con las principales economías mundiales registrando déficits de entre el 5% y el 6%. “Puede ser una cifra manejable si los tipos de interés son bajos, pero, si los déficits continúan aumentando y los tipos no bajan tanto como se prevé, financiar el déficit empieza a ser cada vez más problemático. Cuando esto acabe acaparando la atención, se convertirá en un factor que marcará el rumbo de los mercados”, reflexiona el experto de Columbia
Oportunidades de inversión en 2025
Columbia Threadneedle Investments señala que la renta fija de alta calidad puede verse beneficiada por el ciclo de recortes de tipos de interés y por unos rendimientos atractivos, si bien esperan una mayor dispersión del crédito en 2025. “La situación de los balances es dispar dependiendo de los sectores y el apalancamiento de las compañías, especialmente en el segmento High Yield que podría revelarse vulnerable”, destaca.
En renta variable, la firma espera un buen comportamiento en 2025 beneficiada por el entorno de tipos de interés a la baja. Sin embargo, Davies no ve probable que continúen las excepcionales rentabilidades vistas hasta ahora, para lo que serían necesario que confluyeran muchos factores. “Para que la renta variable siga generando la excepcional rentabilidad vista hasta ahora, sería necesario que los riesgos geopolíticos se estabilicen; que haya crecimiento, pero no demasiado; que la inflación se mantenga constante, pero reducida para que los tipos puedan bajar... muchas cosas tienen que salir bien”, concluye William Davis.
En este entorno, Columbia Threadneedle Investments apunta que la sección de valores y crédito cobrará crucial relevancia en 2025.