Las elecciones en EEUU son "lanzar una moneda al aire"

Miguel Ángel Valero

Nos adentramos en la que, muy probablemente, sea la semana más importante del año. El martes 5 de noviembre, en Estados Unidos, los ciudadanos volverán a las urnas para elegir presidente, al mismo tiempo que se renueva un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes, todo esto en medio de un contexto que tiene a la incertidumbre como protagonista. Según las encuestas, la probabilidad de que gane Trump o Harris son equivalentes a "lanzar una moneda al aire", subrayan los analistas de Banca March. Sin embargo, tanto los mercados de apuestas como de renta fija han asignado una mayor probabilidad de victoria al candidato republicano –54% según el mercado de apuestas–. Se trata de una de las elecciones más reñidas de los últimos tiempos y el próximo inquilino de la Casa Blanca se decidirá en los 7 'swing states' –estados en los que el candidato no está definido según las encuestas– que acumulan 93 compromisarios de los 270 necesarios para ser elegido presidente. 

"Pensamos que, más allá de intentar predecir el ganador de los comicios, resulta más interesante analizar las políticas que cada candidato llevará a cabo en caso de obtener la victoria. En el caso de Kamala Harris, es probable que se mantenga el status quo en la mayoría de las áreas, sobre todo en lo que respecta al comercio internacional, algo que sería favorable para Europa y protegería a China de restricciones más agresivas que las actuales. Asimismo, el programa demócrata buscará elevar la tributación a las grandes empresas y personas físicas con altos ingresos. Enfrente, Donald Trump optaría por una postura menos benevolente en materia de relaciones comerciales, buscando imponer nuevos aranceles. Al mismo tiempo, se inclinaría por extender los recortes de impuestos que expiran a finales de 2025", explican.

"Es importante señalar que la situación actual difiere considerablemente de la de 2016. Nos encontramos en medio de un ciclo mucho más maduro. Tanto la deuda como el déficit y la inflación son mucho más elevados en comparación a aquél entonces, lo que reduce en gran medida el margen de maniobra del candidato vencedor", subrayan los expertos de Banca March.

Activotrade: oportunidades en el sector defensa fuera de EEUU

"En apenas 24 horas conoceremos el desenlace del evento político más importante del año", señala Juan José del Valle, responsable de análisis de Activotrade. En el punto de mira:

  • “Aranceles es mi palabra favorita del diccionario” dijo Trump el 15 de octubre. El volver a subirlos podría impulsar el dólar y la inflación.
  • Pequeñas empresas de EEUU y bancos podrían ser impulsados si Trump gana.
  • La política comercial y mayor flexibilidad de Harris hacia el exterior podría beneficiar al negocio de los chips y a Nvidia.
  • Iberdrola, ACS, Banco Santander, CIE Automotive o Acerinox son algunas de las compañías españolas que tienen una alta dependencia de EEUU.
  • La postura de Trump hacia la OTAN podría desafiar la seguridad nacional y abrir nuevas oportunidades fuera de EEUU en el sector defensa.

"El posible regreso del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la Casa Blanca en 2024 podría tener un impacto significativo en la industria mundial de defensa y las empresas de defensa europeas podrían beneficiarse del aumento del gasto aliado, pero se enfrentan a la competencia y a los riesgos del mercado estadounidense también”, añade este experto.

"Aunque la industria mundial de defensa está dominada por los principales actores de Estados Unidos, Europa, Rusia o Corea del Sur durante los últimos años, el gasto militar de EEUU a cierre de 2023 suponía cerca del 40% del gasto mundial. Si Trump es reelegido, es posible que presione para que se incremente aún más el gasto aliado en defensa, que intente renegociar los acuerdos de reparto de cargas o incluso que considere la posibilidad de reducir la presencia militar estadounidense en Europa si considera que los aliados no están contribuyendo lo suficiente. Además, a medida que los países europeos se enfrentan a la presión de aumentar sus presupuestos de defensa mientras Rusia continúa su invasión de Ucrania, pueden tratar de adquirir más equipos militares y tecnología, creando nuevas oportunidades en el sector. Sin embargo, aunque un segundo mandato de Trump presenta oportunidades para las empresas de defensa europeas, también conlleva importantes desafíos y riesgos. Dado que otros países también buscan beneficiarse de los cambios en la industria de defensa mundial, las empresas europeas pueden enfrentarse a una mayor competencia de países como Turquía, Japón o Arabia que tienen industrias de defensa bien establecidas y podrían competir por oportunidades de exportación similares. Otro riesgo para las empresas de defensa europeas es la posibilidad de que la administración Trump imponga barreras comerciales o aranceles para proteger a las empresas de defensa estadounidenses de la competencia internacional. En este sentido, dado el énfasis de Trump en las políticas comerciales proteccionistas, es probable que intente limitar el acceso de las empresas de defensa extranjeras al mercado estadounidense”, explica del Valle.

"En los próximos años, estas empresas tendrán que centrarse en diversificar sus mercados de exportación. Esto puede implicar el fortalecimiento de las relaciones con otras regiones clave, como Asia u Oriente Medio, y la adaptación de sus productos y servicios para satisfacer las necesidades específicas de estos mercados. Lo que parece que está claro es que la volatilidad y el foco sobre el sector será importante antes, durante y después de las elecciones, más si cabe si finalmente Trump es el vencedor de las mismas”, concluye el analista de Activotrade.

Nordea: diversificar el riesgo en Bolsa en caso de ventas masivas

Claus Vorm, Deputy Head of Multi Assets de Nordea Asset Management, precisa que "dada nuestra filosofía de inversión bottom-up basada en primas de riesgo, no tenemos una opinión específica sobre el resultado de las elecciones estadounidenses, ni posicionamos nuestra cartera en consecuencia. Nuestro objetivo es construir carteras lo suficientemente sólidas como para cumplir con sus propuestas de valor a largo plazo, independientemente de los resultados electorales. Por lo tanto, nuestro objetivo principal es garantizar una exposición al riesgo suficiente a estrategias que puedan proteger la cartera en caso de un escenario de mercado de cola y capitalizar las ganancias potenciales de un repunte de alivio".

"Aunque no prevemos que una victoria de Harris o de Trump conduzca necesariamente a una venta masiva del mercado, nuestras carteras están diseñadas para estar bien equilibradas y preparadas para sortear las incertidumbres de los acontecimientos geopolíticos, como las elecciones estadounidenses. A diferencia de las elecciones de 2016, cuando la victoria de Trump sorprendió a los mercados, esta vez las encuestas son mucho más ajustadas y ambos candidatos poseen experiencia de gobierno, lo que hace que sus impactos políticos sean más predecibles", añade.

Las políticas comerciales y fiscales de Trump podrían ser potencialmente inflacionarias, revirtiendo la normalización de la inflación que hemos presenciado recientemente y exacerbando los desequilibrios fiscales. Esto podría hacer subir los rendimientos durante un periodo más prolongado, ya que los inversores exigen una mayor compensación por el riesgo crediticio percibido en los bonos del Tesoro estadounidense.

Por el contrario, una victoria de Harris probablemente mantendría la trayectoria económica de los últimos años, con su giro centrista en la campaña y su elección moderada para la vicepresidencia sugiriendo cambios limitados de política hacia la izquierda. Independientemente del resultado, parece probable un gobierno dividido, lo que reduce la probabilidad de cambios significativos en las políticas en cualquier dirección. Incluso si un partido obtiene el control total, los últimos años han demostrado lo difícil que es para cualquiera de los líderes impulsar políticas percibidas como extremas.

"En las próximas semanas, seguiremos de cerca los mercados de bonos y su capacidad para diversificar el riesgo de renta variable en caso de venta masiva. Si los inversores perciben que el nuevo gobierno amenaza con un "aterrizaje suave" y una inmaculada tendencia de desinflación que hemos visto recientemente, los rendimientos podrían subir y las correlaciones entre la renta variable y los bonos podrían volver a aumentar. En este escenario, creemos que nuestras estrategias de primas de riesgo alternativas en renta variable, renta fija, divisas y mercados de activos cruzados estarán bien posicionadas para proporcionar una diversificación muy necesaria a los inversores. Por otra parte, si los mercados reciben positivamente el resultado de las elecciones y observamos una continuación de las correlaciones normalizadas, esperamos que las rentabilidades a medio y largo plazo de nuestras carteras sean muy atractivas, dada su fortaleza fundamental y sus valoraciones relativamente favorables", señala.

Lazard: los mercados subestiman  los efectos negativos de los aranceles de Trump

A las puertas del desenlace de las elecciones de EEUU, Ronald Temple, estratega jefe de mercados de Lazard, sostiene que los tres asuntos políticos que con mayor probabilidad moverán los mercados están relacionados con los impuestos, la regulación y el comercio. En esta ocasión, las diferencias políticas son significativas y podrían cambiar la trayectoria de la economía estadounidense y mundial, asegura.

Si Kamala Harris gana la presidencia y disfruta de una Cámara de Representantes demócrata, pero tiene que lidiar con un Senado controlado por el Partido Republicano, que es uno de los escenarios principales que se dibujan, “es poco probable que el Congreso apruebe legislación significativa, al menos hasta 2026, cuando los demócratas tienen la oportunidad de recuperar el control del Senado”. Esto significaría que la capacidad de Harris para influir en la política nacional podría limitarse a órdenes ejecutivas y a raras áreas de acuerdo bipartidista.

En el caso de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca y el Partido Republicano controle tanto la Cámara de Representantes como el Senado, el segundo escenario probable, cabría esperar que los mercados reaccionaran positivamente ante las perspectivas de una reducción del tipo del impuesto de sociedades del 21% al 15% y de una menor supervisión reguladora de los sectores de la energía y los servicios financieros.

El estrategia de Lazard avisa que los mercados están subestimando los efectos negativos de las políticas comerciales propuestas por Trump: un arancel del 10% a todas las importaciones de EEUU, independientemente de su origen, y del 60% a las procedentes de China. Si aplicara estas políticas, la tasa arancelaria media ponderada sobre las importaciones en EEUU aumentaría del 3% actual a casi el 20% sobre los 3,7 billones de dólares de bienes importados cada año. “Este impuesto sobre los consumidores y las empresas estadounidenses sería inflacionista, reduciría el crecimiento del PIB y afectaría negativamente a los márgenes de beneficio de las empresas”, afirma. Los aranceles también podrían poner fin a los recortes de tipos de la Fed, por  el aumento de la inflación, lo que fortalecería al dólar.  

Los mayores beneficiados por un segundo mandato de Trump en el mercado de renta variable serían la energía y los servicios financieros (a través de tipos impositivos corporativos más bajos, menos regulación y ausencia de aranceles, ya que importan muy poco del extranjero), mientras que los sectores perdedores incluirían probablemente valores de consumo discrecional, empresas de hardware tecnológico y empresas industriales que importan un contenido significativo. Dentro de cada sector, los inversores tendrán que determinar qué empresas son más vulnerables a los aranceles sobre los insumos, así como a las represalias de los socios comerciales por las exportaciones. “Los inversores deberían estar desarrollando un plan de juego para reducir el riesgo relacionado con la política comercial y capitalizar la volatilidad que podría resultar de las elecciones independientemente de qué candidato prevalezca”, aconseja.

Capital Group no ve recesión hasta 2028

¿Se ha saltado la economía estadounidense una de las fases de cualquier ciclo económico? Jared Franz, economista de Capital Group, cree que en lugar de seguir el ciclo económico típico de cuatro fases (fase inicial, intermedia, final y recesión) que veníamos observando desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la economía de EEUU parece estar pasando de una fase final del ciclo, caracterizada por el endurecimiento de la política monetaria y el aumento de las presiones de costes, a una intermedia, en la que los beneficios empresariales tienden a situarse en su nivel máximo, la demanda de crédito aumenta y la política monetaria suele ser neutral. 

"La fase siguiente debería ser la de recesión, pero, en mi opinión, hemos logrado evitar esa parte del ciclo económico y hemos retrocedido en el tiempo hacia una situación más favorable", subraya Franz, que explica que puede haber sido el resultado de las disfunciones que se registraron en el mercado laboral estadounidense tras la pandemia, que apuntaban a unas condiciones propias de la fase final del ciclo. 

"Sin embargo, otros indicadores económicos, más fiables en mi opinión, señalan que nos encontramos en una fase intermedia. Si es cierto que nos encontramos en la fase intermedia del ciclo económico estadounidense, podríamos estar dirigiéndonos hacia un periodo de expansión que podría prolongarse durante varios años y que no nos llevaría a una recesión hasta 2028. En el pasado, este tipo de entorno económico ha generado una rentabilidad de los mercados de renta variable en torno al 14% anual y ha ofrecido unas condiciones favorables a la renta fija", resalta.

Ebury: las divisas buscan una dirección

"Los mercados de divisas buscan una dirección en vísperas de las elecciones estadounidenses. Las encuestas del fin de semana y los mercados electorales parecían indicar un estrechamiento de las distancias, lo que convierte el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses en un auténtico cara o cruz", apuntan los expertos de Ebury. Las noticias macroeconómicas publicadas a lo largo de la semana también fueron negativas para el dólat -mostrando debilidad en el mercado laboral estadounidense- y mejores de lo esperado en cuanto a la economía de la Eurozona. Sin embargo, los movimientos fueron en líneas generales modestos, ya que la imprevisibilidad de los comicios del martes se cierne sobre los mercados financieros. Incluso la reunión de la Reserva Federal del jueves, que suele ser un acontecimiento importante para los mercados, ha pasado a un segundo plano. No hay mucho más que añadir a la marejada de análisis y predicciones sobre las elecciones, aparte de afirmar una vez más que se trata de un cara o cruz. 

En cualquier caso, la vida continúa, y esta semana también tendremos la reunión de la Reserva Federal, en la que se espera un recorte de tipos de 25 puntos básicos. El Banco de Inglaterra también se reúne el jueves bajo expectativas similares a las de la Fed, y el Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo se reúne en China a lo largo de la semana, aumentando la posibilidad de anuncios de estímulos adicionales. 

  • EUR La semana pasada recibimos por fin buenas noticias económicas (aunque con retraso) de la Eurozona, ya que el crecimiento del PIB del tercer trimestre superó con creces las previsiones. El dato de inflación interanual de octubre, más elevado de lo esperado, dio un nuevo impulso al euro. Las expectativas de un recorte de 50 puntos básicos en cualquiera de las dos próximas reuniones siguieron reduciéndose como consecuencia de ello, aunque el euro, como todas las demás divisas, está reaccionando con más intensidad a las noticias electorales de EE.UU. y seguirá haciéndolo esta semana, en la que las noticias económicas o políticas europeas serán muy escasas. 
  • USD: El débil informe sobre el mercado laboral contradijo los sólidos datos del PIB del tercer trimestre en EE.UU. Los datos salariales y de inflación siguen mostrando resistencia y, si no fuera por las elecciones estadounidenses, probablemente merecerían la atención de la Reserva Federal cuando se reúna el miércoles. Aunque es casi seguro que la Fed validará las expectativas del mercado y recortará 25 pb esta semana, la atención del mercado se centrará en la orientación para la próxima y última reunión de 2024, donde las expectativas de una pausa, aunque bajas, están empezando a aumentar. 
  • GBP: El anuncio de un presupuesto para el Reino Unido más laxo de lo esperado desencadenó una fuerte caída del mercado Gilt, aunque por el momento los daños no se acercan ni de lejos a la debacle que acabó con la presidencia de Liz Truss. La libra también sufrió, y aunque se recuperó hacia el final de la semana, aún perdió algo de terreno frente a sus homólogas europeas. Esta desagradable reacción del mercado debería ser un tema clave de debate en la reunión del Banco de Inglaterra del jueves, y las opiniones del Comité de Política Monetaria sobre su impacto en la política serán, aparte de las elecciones estadounidenses, el principal motor de la libra.