Miguel Ángel Valero
Sin sorpresas. Es el lo único que se parecen la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) tras sus primeras reuniones de 2025, Mientras la Fed hace una pausa y ya veremos si continúa con la bajada de tipos, como se explica en dineroseguro.info, el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido bajar los tres tipos de interés oficiales del BCE 25 puntos básicos (pb) por la "evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria". De esta forma, los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito bajan al 2,75%, las operaciones principales de financiación, al 2,9% y la facilidad marginal de crédito, al 3,15%, con efectos a partir del 5 de febrero de 2025.
El BCE considera que el proceso de desinflación sigue avanzando. La inflación ha continuado mostrando una evolución en general acorde con las proyecciones de los expertos y "probablemente" retornará al objetivo del 2% a medio plazo "a lo largo de este año". La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que ésta se estabilizará en torno al objetivo de forma sostenida. La inflación interna sigue siendo elevada, principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la anterior escalada de la inflación con un retraso considerable. No obstante, el crecimiento de los salarios se está moderando según lo esperado, y los beneficios están amortiguando en parte el impacto sobre la inflación.
Las recientes bajadas de los tipos están abaratando gradualmente los créditos nuevos para las empresas y los hogares. Al mismo tiempo, las condiciones de financiación continúan siendo restrictivas, debido entre otras cosas a que la política monetaria también lo sigue siendo y a que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose al saldo vivo del crédito concedido, con renovaciones a tipos de interés más elevados de algunos préstamos que vencen.
El BCE reconoce que "la economía se enfrenta aún a factores adversos", pero asegura que "la mejora de las rentas reales y la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva deberían con el tiempo respaldar una recuperación de la demanda".
El Consejo de Gobierno del BCE tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo, y aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. Las decisiones sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, "sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos".
Sobre el Programa de compras de activos (APP) y el emergencia frente a la pandemia (PEPP), su tamaño está disminuyendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema ha dejado de reinvertir el principal de los valores que van venciendo. El 18 de diciembre de 2024, las entidades de crédito reembolsaron los importes restantes obtenidos en el marco de las operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO), lo que pone fin a esta parte del proceso de normalización del balance. *
El Consejo de Gobierno está preparado para ajustar todos sus instrumentos en el marco de su mandato para asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria. Además, el Instrumento para la Protección de la Transmisión está disponible para contrarrestar dinámicas de mercado injustificadas y desordenadas que constituyan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en los países de la zona del euro, lo que permite al Consejo de Gobierno cumplir con mayor efectividad su mandato de estabilidad de precios.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, insiste en que la inflación se situará en el 2% "a lo largo de este año”, pese a la situación de Alemania y de Francia, y en general de estancamiento económico en la Eurozona (por mucho que los PMI indiquen una recuperación de la actividad mejor de lo que se esperaba) la incertidumbre generada por los aranceles de Trump, el riesgo de debilitación del euro frente al dólar, el encarecimiento del gas, y el coste de los servicios.
“Ha habido estancamiento, pero solo es un trimestre, si miras todo el año, la historia distinta. Hay recuperación, no estanflación. ¿Si va con retraso? Veremos, es un proceso en marcha”, argumenta Lagarde, que confía en una recuperación de la demanda. Sobre Trump, prudencia: “hay rumores, comunicados, asunciones, pero no hay nada tangible”. Pero el BCE sitúa la guerra comercial entre entre los principales riesgos, porque considera las exportaciones un motor de crecimiento de Europa. Lagarde descarta un efecto contagio de una inflación al alza en EEUU a Europa.
Lo más claro que dijo la presidenta del BCE es el rechazo frontal a la decisión del banco central de la República Checa de estudiar incluir en sus reservas miles de millones en bitcoin.
Para la reunión del 6 de marzo, el mercado espera otro descenso de tipos de 25 puntos básicos, el quinto consecutivo, y crecerá el debate sobre cuál es el tipo neutral. El BCE presentará sus nuevas previsiones macroeconómicas.
Reacciones de los analistas
Rosa Duce, Chief Investment Officer de Deutsche Bank en España, la más madrugadora a la hora de analizar el movimiento del BCE, destaca que "aunque Lagarde dejó claro en su declaración que las próximas decisiones se basarán en los datos, y apuntó también que confía en la recuperación europea, lo cierto es que, al menos por el momento, la debilidad sigue siendo la tónica en la mayoría de las grandes economías, con la excepción de España". Los datos de crecimiento del PIB del 4T preliminares tanto de la zona euro como de Francia, Alemania e Italia han estado por debajo de lo esperado (crecimiento trimestral negativo del -0,2% en Alemania, del -0,1% en Francia, y plano en Italia). "Creemos que el BCE bajará por lo tanto en los próximos meses, hasta alcanzar al menos unos tipos del 2% a cierre de año", subraya.
Ulrike Kastens, Economista Senior para Europa de DWS, opina que "el BCE mantiene su política monetaria gradual y baja su tipo de interés oficial al 2,75%. Se trata de la quinta bajada de tipos consecutiva. La creciente confianza en que la inflación se acerca al objetivo de inflación da al BCE el margen de maniobra necesario para actuar. Una hipótesis clave es que el crecimiento salarial seguirá moderándose para lograr un descenso de la inflación de los servicios. Los riesgos para la economía se inclinan a la baja. Sin embargo, la valoración de la situación económica actual es mucho más preocupante que en la última conferencia de prensa de diciembre".
"La política monetaria del BCE sigue siendo restrictiva, lo que plantea la cuestión de la trayectoria de los tipos de interés en los próximos meses. Sin embargo, según la presidenta del BCE, es prematuro hablar de cuándo parar. El banco central sigue centrándose en las próximas proyecciones de marzo y en dos lecturas más importantes de la inflación en enero y febrero", añade.
"Dado el alto nivel de incertidumbre política, el BCE sigue dependiendo de los datos y decide reunión por reunión. No obstante, el organismo ha abierto hoy un poco más la puerta a nuevas bajadas de tipos. De cara al futuro, es probable que el tema de la «atonía económica» desempeñe un papel aún más importante. Recientemente, las economías de los países centrales se han contraído, con la excepción de España. En nuestra opinión, se prevén nuevos recortes de tipos. Alcanzar un tipo neutral del 2% en junio de 2025 podría ser un objetivo intermedio importante", apunta.
David Zahn, Head of European Fixed Income de Franklin Templeton, opina que el BCE ha reducido su tipo de depósito en 25 pb, hasta el 2,75%, "tal como se había previsto. Los analistas prevén nuevos recortes, que podrían situar el tipo en el 2% a finales de 2025". Y que "el estancamiento de la economía en euros, con un crecimiento del PIB del 0,0% en el cuarto trimestre de 2024, sugiere la necesidad de una mayor relajación monetaria. Aunque la inflación sigue siendo motivo de preocupación, es probable que la ralentización económica tenga prioridad. Las próximas previsiones de marzo serán fundamentales para confirmar la trayectoria de mayores recortes de tipos del BCE a lo largo de 2025. Un BCE más acomodativo debería favorecer a la renta fija europea, especialmente a la parte corta del mercado".