Evli avisa que el motor de la economía global ya no es EEUU sino Europa y China

Miguel Ángel Valero

La gestora nórdica Evli cree que el fortalecimiento del crecimiento económico global en la actualidad no es coyuntural, sino que se está consolidando. Porque el crecimiento mundial ya no se apoya en el consumo de EEUU como motor, sino que existen otros factores relevantes, como la recuperación de la economía en Europa, la fase positiva del ciclo industrial, y la estrategia de recuperación de la crisis inmobiliaria en China, que gracias a su foco social, impedirá una ralentización del crecimiento en este país.

En este escenario, los expertos de Evli estiman que la renta variable es el activo más beneficiado por este crecimiento, ya que continuará la subida de los ingresos y de los márgenes en las empresas, gracias precisamente al mayor crecimiento económico, aunque no será de forma indefinida. Respecto a la inflación, Evli estima que se producirá un descenso gradual de la inflación subyacente y de los tipos de interés.

En los últimos años, la evolución de la economía mundial ha dependido en gran medida del Consumo en EEUU, un factor que ha impulsado el crecimiento norteamericano a ritmos del 3% anual, superando la tasa de crecimiento potencial largo plazo estimada por la Fed, algo inferior al 2%.  Sin embargo, hay nuevos factores que están convirtiéndose en impulsores del crecimiento global, tales como el ciclo en Europa, o el proceso de salida de la burbuja inmobiliaria en China que están llevando a cabo sus autoridades. 

En el primer trimestre de 2024 la economía europea ha dado signos de reactivación, según el análisis de Evli. El crecimiento anualizado del PIB alcanzó el 1,3%, que es su nivel tendencial de crecimiento, aunque algunas firmas, como JP Morgan, han subido esta previsión a una tasa anual del 2%. Los indicadores como los índices de gestores de compras (PMI), muestran una aceleración de la actividad económica.

Según el análisis de Evli, tanto en EEUU como en Europa, el pilar de la economía es el consumo, que en EEUU representa el 70% del PIB, y en Europa el 60%. En ambas economías el mercado laboral se ha mostrado sólido, gracias al pleno empleo y a un crecimiento de los salarios acelerado que, tras la rápida caída de la inflación, ha permitido que la subida salarial se convierta en una subida de los salarios reales.

Sin embargo, el comportamiento del consumidor en EEUU ha sido diferente del europeo. Los consumidores norteamericanos han optado por gastar cada vez más, no así los europeos que han optado por el ahorro. Así, la tasa de ahorro en EEUU cayó del 10% al 3,2%, y en Europa se ha mantenido cerca del 15%. Por lo que la evolución del crecimiento en Europa dependerá mucho de si finalmente el consumidor decide cambiar su apetito por ahorrar y lanzarse al gasto.

Pese a lo que pudiera parecer, la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania no es el factor que explica el freno al consumo en Europa desde 2021, el año en el que cambió la tendencia. Los motivos tienen que ver con la caída de los precios de la vivienda, que cayeron en Europa y en China de forma importante, mientras que en EEUU siguieron subiendo. Una tendencia diferente que contribuyó a erosionar la riqueza en Europa y en China, y a impulsarla en EEUU, impulsando el apetito por ahorrar entre los consumidores europeos, según Evli.

En el contexto actual de crecimiento en Europa, el BCE muy probablemente baje los tipos en junio y, posteriormente, vuelva a bajarlos, dependiendo de la rapidez con la que se enfríe la inflación. Presumiblemente, los recortes de tipos este año serán dos en lugar de los siete que se estimaban a comienzos de 2024. Sin embargo, el primer recorte debería ser suficiente para poner un suelo a los precios de la vivienda, lo que podría espolear a los consumidores europeos a dejar de ahorrar y volver a gastar, dado el exceso de ahorro acumulado tras las subidas salariales, y el bajo nivel de gasto.

Resistencia del crecimiento económico en China

El otro factor que soporta la fortaleza del crecimiento global es la capacidad de la economía china de mantener unos índices de crecimiento favorables a pesar del ciclo. El índice MSCI China ha conseguido una subida del 12% desde principios de año y de cerca de un 25% desde sus mínimos. Unas alzas que han seguido al catastrófico 2023, cuando el índice bursátil chino perdió un tercio de su valor desde máximos.

La economía china ha seguido creciendo a ritmos del 5% pese a la implosión del sector inmobiliario. Según Evli, esto se debe al hecho de que China es una economía mixta, que está haciendo la transición desde el boom inmobiliario hacia una economía más equilibrada impulsada por el Consumo.

El Gobierno no ha querido compensar al completo la caída del sector inmobiliario, pero tampoco está dispuesto a permitir una recesión. De forma que ha suavizado el impacto de la crisis inmobiliario a través de tres vías:

  • Los bancos financiarán la compra de inmuebles por parte de las autoridades locales, para limitar las caídas en los precios de la vivienda.
  • El gobierno está potenciando las exportaciones de productos de valor añadido, como paneles solares y vehículos eléctricos. EEUU ha respondido a esta medida subiendo los aranceles, y Europa lo hará aunque con menor intensidad.
  • El gobierno chino ha reforzado su Producción Industrial, aunque eso podría ser contraproducente por el proteccionismo de Occidente respecto a las exportaciones chinas. 

Por ello, como afirma Evli, la clave de la recuperación en China estará en volver a atraer al consumidor chino a un ritmo de gasto elevado, que se había frenado. Y ello porque la represión financiera limitó la actividad inversora de los chinos, que optaron por invertir en el sector inmobiliario. Por tanto, la estabilización de los precios de la vivienda y del sector sería la solución idónea para recuperar el nivel de gasto de los consumidores chinos, al igual que está sucediendo en Europa.

Es previsible que el proceso de recuperación del Consumo sea prolongado, ya  que el Gobierno no está dispuesto a dejar que los precios de los mercados inmobiliarios se estabilicen en niveles inferiores a los actuales, salvo que ello se produzca de una forma gradual. En cualquier caso, el gobierno chino quiere que el crecimiento económico se ralentice ligeramente, porque su “contrato social” con el pueblo consiste en intercambiar libertad a cambio de prosperidad.  Aunque dicho contrato parece estar bajo presión, no es previsible que se rompa, porque, como reitera el análisis de  Evli, todos los gobiernos suelen actuar conforme a la famosa frase del estratega del presidente Bill Clinton, James Carville: "Es la economía, estúpido".