Trump beneficiará a la Bolsa de EEUU pero disparará la volatilidad

Miguel Ángel Valero

La gestora nórdica Evli cree que 2025 será favorable para los mercados de valores, gracias al crecimiento económico y las bajadas de tipos. Sin embargo, la subida no será significativa, por las elevadas valoraciones. Estará más sujeta a la evolución de los beneficios de las empresas.

El crecimiento económico pondrá de manifiesto las mayores divergencias entre Europa, que crecerá menos del 1%, y EEUU, que superará el 2%. En el caso de China, su crecimiento estará impulsado por los estímulos. Esta divergencia se reflejará también en los tipos de interés, donde se ampliará la brecha entre EEUU y zona Euro. La llegada de Donald Trump hará subir el dólar, y habrá que tener en cuenta la guerra comercial que desatará y un posible acuerdo de paz en Ucrania. 

Según Valtteri Ahti, Estratega Jefe de Evli, en 2025 el crecimiento económico mundial seguirá a buen ritmo, con la inflación bajando. Pero las divergencias entre EEUU y Europa se ampliarán: EEUU sigue creciendo por encima del 2%, Europa por debajo del 1%. China, gracias a los estímulos, superará el 4%. En cuanto a los tipos, la Fed los seguirá recortando, pero los tipos core seguirán en el 4%, más altos de lo esperado. Ello, a causa de la política económica de Donald Trump, que acelerará el crecimiento y la inflación con bajadas de impuestos y la desregulación.

En Europa, es posible que el crecimiento se estanque, y no supere el 1%, con la inflación siguiendo su tendencia a la baja.  Por lo que el Banco Central Europeo (BCE) continuará bajando los tipos, recortes que podrían acelerarse en función de la guerra comercial. Así, el mercado estima unos tipos de interés del euro por debajo del 2% en 12 meses.  El posible final de la guerra en Ucrania podría impulsar el crecimiento, fortaleciendo la confianza de los consumidores y de las empresas. Como ya sucedió en EEUU, en Europa los hogares disponen de ahorros adicionales que podrían sustentar dicho crecimiento. 

En cuanto a China, ha reactivado su economía tras la burbuja inmobiliaria, siendo capaz de mantener un ritmo de crecimiento superior al 4%, pese a la reticencia de los chinos a sumarse al consumo desenfrenado. La guerra comercial que desatará Trump, ha hecho que China reserve para 2025 parte de sus fondos para estimular la economía. Otra de las estrategias de China también ha sido desviar sus exportaciones a EEUU a través de otros países, por lo que la cuota de importaciones de bienes de EEUU ha caído de casi el 22% a cerca del 14% por ciento desde la pasada guerra comercial. En cualquier caso, la economía de China gira más en torno a su propia demanda. La guerra comercial desacelera el crecimiento, pero no representa una amenaza de recesión para China.

El factor de los beneficios empresariales

Según Valtteri Ahti, en 2025 las ganancias empresariales serán el factor que impulsará a la renta variable. Los retornos serán menores que en 2024, por las elevadas valoraciones. El  crecimiento económico y la caída de las tasas de interés soportarán esta tendencia alcista. La renta variable de EEUU tiene las mayores perspectivas de revalorización, que es menor en el caso de Europa y emergentes. Las expectativas de aumento de beneficios corporativos del 10%, en línea con un crecimiento esperado del 2,5%, soporta esta expectativa.  Las valoraciones son elevadas a nivel índice, en línea con los últimos cinco años, y lejos de los niveles de la burbuja tecnológica.

En Europa, la perspectiva de crecimiento inferior al 1% hace que la expectativa de subida de beneficios empresariales no supere el 5%. Y además, la guerra comercial perjudicaría a Europa, porque disminuiría la inversión, aminorando la confianza y retrasando los pedidos industriales. Esto fue lo que pasó en 2018, cuando el crecimiento económico en Europa se congeló a pesar de que la guerra comercial se libró entre China y EEUU. 

Uno de los asuntos que preocupan a los inversores para 2025 es la excesiva concentración de la Bolsa de EEUU, según Evli. Las siete compañías más grandes del S&P 500 superan el 30% de la capitalización total. Algunas firmas, como Goldman Sachs, creen que la excesiva concentración supondrá la caída de los retornos del 7% al 3% en diez años. Valtteri Ahti de Evli cree que esto no será así.  Imaginemos un escenario en el que las grandes corporaciones se dividen en otras más pequeñas (Google en Chrome, Android, YouTube, GCP y Waymo; Meta en Facebook, WhatsApp, Instagram y el Metaverso; etc), De esta forma, las siete grandes tecnológicas podrían convertirse en 30 compañías listadas en Bolsa. Por lo que, siguiendo la teoría de Goldman Sachs, el retorno anual medio pasaría del 3% al 7%.  

El foco prioritario para el inversor, según Valtteri Ahti, no es por tanto la concentración sino los beneficios de las compañías.  La concentración no afecta a los retornos, pero sí hace crecer la volatilidad. Algunas Bolsas europeas tienen más nivel de concentración que el S&P 500; en el caso de la Bolsa finlandesa, Nokia llegó a representar el 70% de su capitalización. 

El estratega jefe de Evli estima que la victoria de Trump podría suponer el final de la guerra en Ucrania, lo que impulsaría tanto a la renta variable como al consumo en Europa, y al crecimiento económico. Aunque, según Evli, si Trump frena el envío de armas a Ucrania para llegar a un acuerdo de paz, estaría sentando un mal precedente, especialmente en países periféricos europeos como Finlandia. 

La subida del dólar y las políticas comerciales de Trump, por el contrario, podrían perjudicar a las Bolsas emergentes. En el caso de la Bolsa china, la guerra comercial podría congelar las subidas. 

Las valoraciones se disparan en EEUU, y están en línea con su media histórica en Europa y emergentes. En 2024 han seguido subiendo, pero en 2025 no es probable que lo hagan porque los retornos dependerán del crecimiento de los beneficios empresariales.  El propio Trump ha dicho que su objetivo es debilitar el dólar, pero es probable que su política comercial refuerce al dólar.

Valtteri Ahti cree que las divergencias en tipos de interés entre EEUU y Europa aumentarán en 2025. En EEUU, la Fed recortará los tipos de interésmenos de lo previsto, y el BCE podría hacerlo más de lo previsto. Esto se traducirá en subidas de tipos de interés a corto plazo en EEUU, y bajadas en Europa. Los tipos de interés a largo plazo se suelen apoyar en el crecimiento económico y las expectativas de inflación. En EEUU, el mayor crecimiento en inflación hará que los tipos a largo plazo se mantengan más altos que en Europa, que tendrá un crecimiento económico estancado. 
Por otra parte, el endeudamiento excesivo ha provocado históricamente que los mercados de renta fija colapsen. Es lo que sucedió entre 1993 y 1994 con Clinton, cuando el tipo a 10 años USA subió 3%; o cuando dimitió la primera ministra británica Liz Truss, en octubre de 2022, como reacción a un presupuesto laxo con el gasto. 

En 2023, el déficit presupuestario en EEUU fue el 6,3% y la ratio deuda pública/PIB ascendió al 120%. La política económica de Trump en su segundo mandato, podría elevar el déficit al 10%, si se cumplen todas sus promesas electorales. Sin embargo, una reacción agresiva del mercado de deuda no es probable, por dos motivos: la riqueza de Estados Unidos es más alta que nunca, con la economía creciendo de forma acelerada; y el mercado de bonos se rige por la probabilidad de reembolso, no por la cantidad de deuda existente. Otros mercados como Alemania, Gran Bretaña, Francia y Japón están creciendo más lentamente, y no tienen el nivel de riqueza de EEUU. 

El experto de Evli opina que en 2025, los retornos de la renta variable superarán a los tipos de interés. Dentro de la renta variable, la de EEUU superará a la europea y la emergente. Los bonos corporativos tendrán un mejor comportamiento que los soberanos, con el segmento High Yield superando al Investment Grade. Los retornos de la renta variable no superarán los de 2024 por las altas valoraciones, y tampoco los de los bonos corporativos, por el estrechamiento en diferenciales de crédito. 

Trump y su guerra comercial, aumentarán la volatilidad en las Bolsas. En 2018, la guerra comercial provocó una corrección de casi el 20% en las Bolsas, que volvieron a sus niveles previos tras seis meses.  Además, mermará la confianza, lo que tendrá un efecto negativo en el crecimiento europeo, como ya lo tuvo en 2018. Valtteri Ahti de Evli comenta que la renta variable europea se beneficiaría del fin de la guerra en Ucrania. Pero por supuesto, una paz forzada sentaría un mal precedente geopolítico, especialmente para países fronterizos como Finlandia.

Los mercados bursátiles subieron durante seis meses tras la primera victoria de Trump, porque los recortes fiscales y la desregulación impulsaron los beneficios de las empresas y el crecimiento económico. Al estallar la guerra comercial, se frenó este impulso, especialmente en Europa y los mercados emergentes.

Para este segundo mandato, es razonable pensar que el deseo de Trump de situar a EEUU por encima de otras naciones se trasladará a los mercados, según el estratega jefe de Evli. Porque la renta variable USA y el dólar deberían estar sobre ponderados respecto a otros mercados y divisas. La desregulación beneficiará sobre todo al sector financiero y energético en EEUU. 

Si otros mercados bursátiles y divisas se ven perjudicadas por las políticas de Trump, podrían convertirse en oportunidades de inversión con un horizonte más largo, teniendo en cuenta sus valoraciones atractivas. Actualmente, Europa y emergentes tienen valoraciones ajustadas. Por sectores, las empresas de semiconductores o farmacéuticas podrían ser oportunidades para invertir, en un escenario de bajas valoraciones provocadas por las políticas de Trump. 

En conclusión, según los expertos de Evli, Trump se podría asemejar a lo que fue la dinastía Kennedy para EEUU en su momento. Por lo que su huella se dejará notar bastante tiempo. 

Trea: el bono de EEUU es el activo a vigilar

Ricardo Gil, Deputy CIO de TREA AM, avisa que la implementación de las políticas económicas en EEUU y las “represalias” de los afectados van a marcar la evolución de los mercados el próximo aña: "Trump 2.0 es el mayor shock que estamos viviendo y la principal fuente de volatilidad. La incertidumbre respecto a la velocidad y el modo de implementar sus políticas constituyen el principal factor de riesgo para los mercados en los próximos trimestres".

La inercia macro los dos próximos trimestres va a ser mejor de lo que espera el mercado, mientras que en la segunda mitad del año es donde se empezarán a  materializar los riesgos por el efecto negativo de las tarifas. Las divergencias entre regiones y sectores van a incrementarse.

Los bancos centrales parecen seguros de que la inflación va a volver al objetivo tipo en la primera mitad del año -si los precios de energía y bienes lo permiten-. Tras llegar a mínimo en junio, hay un riesgo de repunte en los precios a final de año.

En renta fija corto plazo, los buenos datos de inflación previstos en la primera parte del año ofrecen margen para continuar con las bajadas de tipos por lo menos hasta los niveles que consideran no inflacionistas (2% en la Eurozona y 4% en EEUU). "Esperamos bajadas más agresivas del BCE que de la Fed", subraya.

En renta fija corporativa, el principal atractivo de este activo es que las nuevas emisiones de bonos tienen menos duración y cupones más elevados que en los últimos años: "Mejor estar posicionado en niveles de riesgo moderado (BB) que en los de másriesgo".

En renta fija de gobiernos, el ciclo de bajadas de tipos mínimo debería llevar los cortos hasta el 2%: "Esperamos que el repunte de las pendientes sea por los plazos más largos".

Las estimaciones de crecimiento de beneficios para el próximo año justifican revalorizaciones casi de dos dígitos para la renta variable el próximo año, donde "veremos cómo se va implementando una ‘multipolaridad’ a nivel político con un mundo financiero ‘unipolar’ (EEUU y el dólar como divisa de reserva global). Los mercados financieros en EE. UU. son un activo en sí mismo (liquidez, regulación etc..) y la nueva administración los va a utilizar en su beneficio".

"El bono americano es el verdadero termómetro que vigilar: mientras se mantenga en el rango de 4-4,5% los mercados valoran positivamente las políticas económicas de la nueva administración. Si sale de ese rango algo habrá fallado, o crecimiento o inflación", advierte

Payden & Rygel: no faltan motivos para el optimismo

"Los titulares de la semana pasada lamentaban la «persistente» tendencia del índice de precios al consumo (IPC) estadounidense de noviembre. En efecto, de mantenerse la lectura mensual de noviembre del +0,3%, la cifra anual se situaría en el 3,5%, muy por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal. Sin embargo, el informe revela un detalle inesperado: el principal componente de la inflación - el alquiler (~75% del componente de vivienda)  - registró el menor aumento mensual en tres años. Dado que la inflación de la vivienda es el componente más importante y rígido de la inflación estadounidense, si sigue cayendo podría llevar a la inflación subyacente a cruzar la barrera del 2% a finales de 2025. No faltan motivos para el optimismo", señalan sus analistas

Lazard Freres Gestión: EEUU puede animar al sector europeo de bienes de consumo

Si bien las rentabilidades de los índices europeos Euro Stoxx Industrial Good y Euro Stoxx Personal Care se mantenían a la par en 2022 y 2023, en 2024 "observamos una fuerte divergencia". Los valores industriales siguieron subiendo, impulsados por la dinámica de la transición energética, la electricidad, los centros de datos y la buena salud del transporte aéreo. El índice sectorial ha registrado un 21% más de rentabilidad desde principios de año (dividendos reinvertidos), frente al 11% del EuroStoxx. En cambio, los valores de bienes de consumo (productos de cuidado personal y del hogar) han tenido un año más difícil, con una caída del índice del 7% desde principios de año, principalmente como consecuencia del descenso del consumo discrecional en China.

"Es muy posible que el consumo chino se mantenga moderado durante varios trimestres: la confianza de los hogares es baja, el desempleo juvenil sigue siendo elevado y los precios inmobiliarios, de capa caída, castigan la creación de riqueza para los hogares chinos. Sin embargo, el efecto riqueza en Estados Unidos, alimentado por el crecimiento de los salarios y la subida de los mercados bursátil e inmobiliario, sigue siendo muy dinámico. Tras un año decepcionante en el mercado bursátil, el sector europeo de bienes de consumo podría beneficiarse del repunte del consumo en Estados Unidos", afirma Stanislas Coquebert de Neuville, gestor de renta variable en Lazard Frères Gestion.