El Foro de la Economía del Agua ha presentado en el CSIC la tercera entrega de la colección “Escritos del Agua”, “Desertificación, cuando el territorio hace aguas”, elaborado por Jaime Martínez Valderrama, investigador de la Universidad de Alicante y colaborador científico de la Estación Experimental de Zonas Áridas en el CSIC.
La presentación del libro ha tenido lugar en Madrid con motivo de la conmemoración del Día Mundial de lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebrará el 17 de junio con el lema "Unidos por la Tierra: Nuestro legado y nuestro futuro". Su objetivo es sensibilizar a la opinión pública y demostrar que existen soluciones y herramientas para combatir la desertificación si todos cooperamos. Además, en 2024 se celebra el 30º aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.
Para abordar la desertificación, Estanislao Arana, director académico del Foro de la Economía del Agua, reclama incorporar “criterios de planificación hidrológica como pilar para abordar la desertificación, ya que, pese a que las sequías y la escasez de agua no son la causa principal de este fenómeno, la escasez de agua aumenta la aridez de los terrenos y su degradación”.
Jaime Martínez Valderrama explica que "la desertificación es la degradación de las zonas áridas, que abarcan casi la mitad de la superficie de la tierra y las tres cuartas partes de España. A pesar de ser un problema ambiental de primer orden y de contar con una Convención de Naciones Unidas para abordarlo, la degradación de la tierra es cada vez más grave, poniendo en riesgo nuestra seguridad hídrica y alimentaria”. “La desertificación no es el avance del desierto ni algo sobrevenido, sino que responde a la mala gestión del territorio, impulsada por la necesidad o la ambición desmedida, así como a la degradación de los recursos hídricos en las zonas áridas”.
Mercedes Guijarro, presidenta de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, recuerda que “el sector forestal está estrechamente implicado en la lucha contra la desertificación, a través de distintos instrumentos y actuaciones, como son la Estrategia y el Plan Forestal, la restauración hidrológico-forestal y la gestión de incendios forestales”.
Según datos de Naciones Unidas, hasta el 40% de las zonas terrestres del planeta están degradadas, lo que afecta directamente a la mitad de la población mundial. El número y la duración de los períodos de sequía han aumentado un 29% desde el año 2000 y, si no se toman medidas urgentes, las sequías podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial en 2050.