Miguel Ángel Valero
¿Cómo van a afectar los aranceles de Trump a los salarios de los trabajadores españoles? Buena pregunta, que trata de responder Josep Capell, CEO de Ceinsa. Los salarios en empresas de sectores exportadores están bajo presión por los aranceles impuestos por el presidente de EEUU, aunque éstos contribuyen a que puedan aflorar nuevas oportunidades de negocio y de creación de empleo en la reindustrialización europea.
Según este análisis, las empresas españolas afrontan un escenario mixto en sus planteamientos salariales por los aranceles de Trump: contención retributiva en industrias tradicionales y alzas en sectores tecnificados y estratégicos.
Los sectores industriales tradicionales son los más expuestos. La automoción puede intensificar su proceso de ajuste ante la combinación de exceso de capacidad, transformación tecnológica y caída de exportaciones. Algo similar sucede con la metalurgia y parte de la industria manufacturera.
En cambio, se espera un incremento de salarios en puestos técnicos especializados, dificultades para captar talento en competencias emergentes y un trasvase de profesionales desde sectores maduros hacia nuevas industrias.
La escalada arancelaria entre EEUU y Europa, de momento apaciguada por la tregua de 90 días decretada por Trump y respondida con un movimiento similar por la Comisión Europea, ya se deja sentir en la economía española. Las primeras previsiones ya hablan de una reducción del PIB que oscilaría entre el 0,2% y el 3%, y de un repunte del IPC de hasta el 0,5% como consecuencia del encarecimiento de las importaciones y las materias primas.
Según los últimos análisis sobre el impacto de las nuevas políticas comerciales y sus efectos sobre la retribución, los salarios en España evolucionarán de forma muy desigual en función del sector, la exposición al comercio internacional y el tipo de perfil profesional. Mientras algunas industrias preparan ajustes o congelaciones salariales, otras se ven obligadas a elevar su propuesta retributiva para atraer talento escaso en áreas estratégicas.
El impacto más inmediato será la actualización de los salarios en aquellas empresas cuyos convenios o políticas internas estén indexados al IPC. Aunque el 0,5% puede parecer un ajuste moderado, hay que tener en cuenta el efecto acumulado de otros factores inflacionarios previos. Muchas compañías ya vienen aplicando subidas salariales por encima del 3% en determinados perfiles para retener talento.
Las previsiones apuntan hacia, por un lado, ajustes automáticos o negociados en sectores con fuerte presencia sindical; y, por otro lado, tensión entre costes salariales al alza y márgenes empresariales a la baja.
Sectores como la automoción, el agroalimentario, la industria química o la maquinaria, con fuerte orientación exportadora, se enfrentan a un triple reto: caída de pedidos, presión sobre los márgenes y necesidad de contención salarial. Las empresas más afectadas—especialmente aquellas con exposición directa al mercado estadounidense— ya anticipan congelaciones retributivas, reducciones de jornada o incluso procesos de ajuste en plantilla.
En cambio, los sectores ligados a la reindustrialización europea y la soberanía estratégica —como la energía, la automatización o las tecnologías limpias, también la defensa— muestran una tendencia opuesta. Las empresas que operan en estas áreas ya están registrando dificultades para captar perfiles técnicos especializados y esperan incrementos retributivos superiores ala media en 2025.
A esto se suma la inflación, que podría repuntar hasta medio punto como consecuencia del encarecimiento de importaciones. En aquellas compañías con políticas salariales indexadas al IPC, se esperan actualizaciones automáticas o negociadas que presionarán aún más los márgenes empresariales.
"Estamos en un escenario con tres fuerzas simultáneas que impactan en las retribuciones: el ajuste inflacionario, la reconversión sectorial y la transformación estratégica de la economía", explica Josep Capell, consejero delegado de Ceinsa. "Las empresas deberán combinar prudencia con anticipación, adaptando sus políticas salariales a una realidad cambiante", avisa.
Aumentos salariales por encima del 3% en 2025 en determinados puestos
En este contexto, los perfiles técnicos vinculados a la sostenibilidad, la energía, la digitalización industrial y la movilidad avanzada pueden ver aumentos salariales por encima del 3% en 2025. Ingenieros, técnicos de mantenimiento avanzado, especialistas en automatización o profesionales de tecnologías de la información aplicados a procesos industriales serán especialmente demandados.
Esto coincide con el repunte previsto en la reindustrialización europea, que busca reforzar la autonomía tecnológica del continente y recolocar a España en las nuevas cadenas de valor globales.
Las organizaciones deberán revisar su estructura salarial con una doble mirada: defensiva, en sectores en riesgo, y ofensiva, en áreas de oportunidad. La clave pasará por identificar puestos críticos, desarrollar políticas retributivas flexibles y garantizar la equidad interna, especialmente de cara a la entrada en vigor de la Directiva Europea sobre transparencia salarial.
Como señala el CEO de Ceinsa: "El momento de actuar es ahora. Cada decisión retributiva de 2025 y 2026 marcará la posición competitiva de las compañías en la nueva era económica que está emergiendo».