Lombard Odier recomienda gestión activa

2024 ha sido un año superior a la media para el rendimiento de las carteras multiactivos. En 2025 se mantendrá un contexto económico positivo, con una desinflación mundial en curso y tipos de interés más bajos por parte de los bancos centrales. "Sin embargo, las perspectivas de crecimiento y de tipos de interés serán divergentes en las distintas economías, por lo que será esencial una gestión activa", señala el análisis de perspectivas de Lombard Odier 10 convicciones de inversión para 2025.

Sus expertos destacan que un mundo multipolar sigue obligando a los países a centrarse en sus intereses internos. La nueva administración Trump en EE. UU. será más visible en las políticas comercial, energética, industrial, fiscal y exterior. Impulsará el gasto público y los gastos de inversión.

Los tipos de interés a corto plazo bajarán y los rendimientos de los instrumentos del mercado monetario serán más débiles. "Esto es más claro en Suiza, donde esperamos que los tipos de interés oficiales bajen al 0,25%", precisan. 

Los inversores mundiales tendrán que desplegar capital siendo selectivos y gestionando activamente las carteras. "En renta fija, mantenemos nuestra preferencia por los bonos corporativos, que ofrecerán mayores rendimientos que los bonos del Estado", ya que éstos "se verán amenazados por el aumento de los déficits presupuestarios y de la deuda pública, lo que generará una mayor volatilidad en los rendimientos". Por lo tanto, "nos centramos en los países en los que vemos menos presiones al alza delos rendimientos de los bonos, especialmente Alemania y el Reino Unido".

En renta variable, las perspectivas de beneficios son buenas, pero las valoraciones ya son muy elevadas. Donde las valoraciones parecen más atractivas, las perspectivas de beneficios son menos tentadoras. "En EE.UU., esperamos que la desregulación y la bajada de impuestos amplíen el excepcionalismo económico y del mercado de renta variable. Los aranceles pesarán sobre el crecimiento en otros países. Favorecemos la renta variable japonesa en los mercados desarrollados no estadounidenses y Corea/Taiwán en los mercados emergentes", apuntan los analistas de Lombard Odier.

Tras las nuevas políticas comerciales y energéticas de EE.UU., 2025 será probablemente un año de fortaleza del dólar y de bajada de los precios del petróleo. "Esperamos que el oro obtenga buenos resultados gracias a la demanda de refugio y a las compras estructurales de los bancos centrales, pero es poco probable que la rentabilidad sea comparable a la de 2024. Los metales industriales deberían verse respaldados por un crecimiento económico positivo. Esto deja un papel aún más importante a los activos alternativos a la hora de ampliar las oportunidades de inversión de las carteras multiactivos. En este sentido, destacamos el papel del sector inmobiliario, las estrategias de hedge funds y los activos privados", añaden.