Dentro de esta advertencia general sobre el crédito de consumo, la directora general de Supervisión pone el foco en los microcréditos. Son operaciones de bajo importe (menos de 1.000€), con tipos elevados, reducido plazo de devolución, y concesión muy rápida, a personas que no tienen acceso a la financiación bancaria convencional y que, en muchas ocasiones, carece de cultura financiera.
Mercedes Olano avisa del impacto de la transposición de la Directiva de Crédito al Consumo (que va a elevar las exigencias en provisiones y en capital para estas operaciones) y de las sentencias judiciales sobre tipos de interés que son considerados "usura". Y propone, para acabar con la inseguridad jurídica en torno a los microcréditos, que cada tres meses se publiquen las TAE máximas que se aplican, como ya se hace en Portugal.
También reclama una comercialización adecuada de los créditos de consumo, especialmente en los canales remotos. Porque el Banco de España detecta falta de transparencia en la financiación que se concede en el momento de la compra de un producto o de un servicio. Especialmente en la modalidad de 'buy now, pay later', compra ahora y paga después, donde las explicaciones al cliente en el establecimiento comercial, y a entrega de información precontractual, son manifiestamente mejorables.