Miguel Ángel Valero
La última edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum muestra datos preocupantes. El 39% de las empresas españolas reconoce que su negocio es más débil ahora que hace un año, Es cierto que la media europea es mayor, 44%, y que España registra, junto a Bélgica, Países Bajos e Irlanda, los porcentajes más bajos. Pero la mitad de los negocios españoles ha cambiado su enfoque de crecimiento hacia una mayor eficiencia y ahorro de costes. Y el 85% de las organizaciones señala que el cobro tardío de facturas está obstaculizando la inversión en iniciativas estratégicas de crecimiento.
El fin del verano abre la puerta a un nuevo ciclo para la actividad y los objetivos de negocio de cualquier empresa. Especialmente, en el caso de aquellas compañías que todavía están en proceso de recuperación, y que perciben septiembre como el momento perfecto para ajustar estrategias, optimizar recursos y explorar nuevas oportunidades de mercado de cara a los próximos meses.
En este contexto, el 39% de las empresas españolas admite encontrarse en una situación vulnerable, describiendo su negocio como más débil respecto a hace un año en términos de ingresos, eficiencia y resiliencia. Estos porcentajes están en línea con el Informe de la situación financiera de los hogares y las empresas del Banco de España correspondiente al primer semestre de 2024, que muestra un aumento moderado de la proporción de empresas vulnerables, en un contexto de menor dinamismo de los beneficios, presionados por el aumento de los gastos de personal y financieros.
No obstante, este nivel de vulnerabilidad es de los más bajos de la serie histórica. Para los expertos de Intrum, las empresas deben seguir aprovechándose de la mejora de las perspectivas económicas y adoptar medidas para fortalecer su estabilidad financiera y para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. En ese sentido, el 53% de las compañías españolas ha cambiado su enfoque de crecimiento hacia una mayor eficiencia y ahorro de costes, priorizando la optimización de recursos y la reducción de gastos como estrategias clave.
Esta cautela se muestra en la actitud de las empresas hacia el crédito. El 48% señala que el elevado coste de financiación le está llevando a ser más reservado a la hora de invertir en el crecimiento del negocio. A esta dificultad, las empresas suman el reto de los impagos como otra de las razones que están afectando al impulso de su negocio. Y el 85% de las compañías españolas reconoce que el cobro tardío de facturas está obstaculizando la inversión en iniciativas estratégicas de crecimiento: el 53% indica que un poco, el 23% refiere que de forma significativa y el 9% responde que lo está haciendo muy significativamente.
"Estas cifras reflejan que, aunque las empresas se enfrentan a un contexto desafiante, ahora que las perspectivas económicas mejoran, tienen la oportunidad para reevaluar estrategias y optimizar su eficiencia operativa. La llegada de septiembre permite hacer este análisis, adoptando un enfoque proactivo y resiliente, y alineando sus objetivos con las condiciones del mercado para asegurar un crecimiento sostenible y fortalecer su posición competitiva", subraya el informe de Intrum.