La Fed 'desobedece' a Trump

Miguel Ángel Valero

La primera reunión del año de la Fed, con el morbo añadido de ser también la primera con Donald Trump de nuevo en la Casa Blanca, no ha dejado resquicio alguno para la sorpresa. Como vaticinaban todos los analistas y publicó dineroseguro.info en la previa, la Fed hace una pausa y mantiene los tipos de interés en el rango del 4,25%-4,5%. Se rompe el encadenamiento de tres reuniones con descensos de los tipos, desde septiembre de 2024, y se 'desobedece' al presidente de EEUU, que clamaba para que los tipos bajasen “inmediatamente".

“No necesitamos tener prisa para ajustar nuestra política”, explica el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que no entró al trapo con Trump: “No voy a responder ni comentar en absoluto lo que ha dicho el presidente. No es apropiado que lo haga. Pero el ciudadano debe confiar en que seguiremos haciendo nuestro trabajo como siempre lo hemos hecho, centrándonos en utilizar nuestras herramientas para lograr nuestros objetivos y manteniendo realmente la calma y haciendo nuestro trabajo, y así es como mejor servimos al ciudadano”.

El comunicado del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) del banco central prácticamente mantiene el que hizo público tras la última reunión de 2024. Apenas corrige la referencia a la subida del paro y suprime su alusión al progreso con la inflación: “Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido creciendo a buen ritmo. La tasa de desempleo se ha estabilizado en un nivel bajo en los últimos meses, y las condiciones del mercado laboral siguen siendo sólidas. La inflación sigue siendo algo elevada”.

Ni el comunicado ni Powell dan pista alguna sobre cuánto durará la pausa. El Comité se remite a los datos, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos para el empleo y los precios antes de tomar decisión alguna sobre el alcance y el calendario de nuevas rebajas de tipos. Si es que las hay. 

“Vamos a centrarnos en ver progresos reales en la inflación, o en que haya cierta debilidad en el mercado laboral antes de que nos planteemos hacer ajustes”, insiste Powell, que da argumentos a los que descartan una bajada de tipos en marzo, aunque no le guste a Trump.

Desde septiembre, los tipos han bajado un punto, animando a la economía y acercándose a ese porcentaje neutral, que nadie sabe con exactitud si lo es realmente. Mientras, el mercado laboral ya no está sobrecalentado, la inflación sigue en el 2,9% aunque con señales alentadores hacia su moderación, aunque habrá que ver el dato  del deflactor de gastos de consumo personal (PCE), la medida preferida por la Fed para medir la inflación, el viernes 31 de enero. 

La rentabilidad de los títulos del Tesoro a 10 y 30 años está en ascenso, reflejando la  preocupación por la evolución de la deuda y por la sostenibilidad de las cuentas públicas de EEUU pero también por posibles episodios inflacionistas que obliguen a la Fed a mantener los tipos altos durante más tiempo. Incluso a plantearse una subida, lo que supondría poco menos que una guerra con Trump. 

Precisamente las actas de la reunión de diciembre, en la que la Fed sugirió que solamente habría dos bajadas de 25 puntos básicos en 2025, revelan el temor de algunos miembros del Comité por el impacto inflacionista de las propuestas de Trump.

Powell reconoce "una incertidumbre elevada debido a los cambios políticos significativos" en los aranceles, la inmigración, la política fiscal y la política regulatoria. Esa incertidumbre "debería ser pasajera”, una vez que se vayan concretando las medidas por parte de la Administración de Trump.

"Estudiamos los datos, analizamos cómo afectarán a las perspectivas y al equilibrio de riesgos, y utilizamos nuestras herramientas para tratar de obtener nuestra mejor comprensión, nuestro mejor entendimiento, y tratar de alcanzar nuestros objetivos. Esa es la mejor manera de operar para un banco central, la que nos dará la mejor oportunidad posible para lograr estos objetivos en beneficio del pueblo estadounidense. Eso es siempre lo que vamos a hacer, y la gente debe tener confianza en eso”. Con ese largo párrafo reafirma Powell la independencia de la Fed, aunque al mismo tiempo admite la retirada de una red de bancos centrales en favor de las finanzas verdes porque "va mucho más allá de cualquier mandato plausible que se pueda atribuir a la Fed”. Y viene a reconocer que se puede interpretar como una cesión a Trump, aunque asegura que la Reserva Federal tomó hace dos años la decisión de abandonar ese grupo.