Xiao Cui, economista para EE. UU. en Pictet WM
El PIB del primer trimestre en EEUU se ha situado por debajo de las previsiones del consenso de 2,5% intertrimestral anualizado, desacelerándose hasta 1,6% desde 3,4% del cuarto trimestre. Sin embargo, dejando de lado la volatilidad atribuible al comercio y a los inventarios (han restado 0,4% al PIB, pero tienden a revertirse y pueden crecer los próximos meses), las ventas finales nacionales, un mejor indicador de la demanda final, han crecido a una robusta tasa anual de 2,8%, desacelerándose más marginalmente desde 3,5% respecto del cuarto trimestre de 2023.
Parte de la sorpresa negativa se debe a las exportaciones netas, que han restado 0,9% al crecimiento, por menores exportaciones y fortaleza de las importaciones, si bien ello indica solidez de la demanda interna.
Aunque el crecimiento del consumo ha sido más débil de lo esperado, desacelerándose al 2,5% desde 3,3, es atribuible al consumo de bienes, que se ha contraído por primera vez en seis trimestres. Pero el consumo de servicios ha seguido creciendo a fuerte ritmo. Además, la inversión residencial ha crecido por tercer trimestre y aporta al crecimiento de manera más visible, aunque la inversión empresarial ha seguido anémica, con menor impulso en infraestructuras (en parte impulsada por la Ley de Reducción de la Inflación, con cuatro trimestres de crecimiento a doble dígito). La inversión en equipos ha crecido tras dos trimestres de contracción, aunque sigue haciéndolo de manera modesta. Por su parte el gasto público federal, estatal y local se ha desacelerado tras un fuerte 2023.
Con todo, la economía estadounidense sigue creciendo a ritmo sólido y a pesar de las restricciones monetarias.
Ahora bien, la inflación subyacente -sin energía ni alimentos no elaborados- se ha situado en 3,7% anualizada, por encima de las expectativas de 3,4% y en fuerte aumento frente al cuarto trimestre de 2023. El deflactor de del consumo privado ha repuntado en marzo al 2,7% interanual, si bien la inflación subyacente se ha mantenido en 2,8%, algo más que la expectativa de disminución al 2,7%). El riesgo es de estancamiento de la inflación a un nivel mayor de lo esperado.
Dos recortes de tipos de interés este año
De manera que la sólida demanda interna y revisiones al alza de la inflación sugieren que la Reserva Federal adoptará un enfoque aún más paciente en la flexibilización de su política monetaria. De hecho, para la próximo reunión de 30 de Abril y 1 de Mayo esperamos una posición agresiva de su presidente Powell, señalando que los datos sugieren recortes de tipos de interés más tarde y menores.
Aun así, esperamos desaceleración gradual de la inflación y la demanda -aunque creciendo a ritmo sólido- y que la Reserva Federal recorte sus tipos de interés dos veces este año, aunque es posible que más tarde y menores. Pero no creemos probable que la Reserva Federal tenga suficiente confianza en la trayectoria de la inflación para acometer un primer recorte de tipos de interés para su reunión del 12 de junio.
Además, es muy posible que considere abstenerse de un primer cambio en sus tipos de interés cerca de las elecciones presidenciales de noviembre, para no señalar una gran urgencia injustificada. Más aún, si la inflación resulta más persistente, puede haber menos recortes de tipos o incluso ninguno este año.Pero se necesitaría una fuerte aceleración de la inflación para justificar una subida.