El mercado espera otra bajada de tipos de la Fed en diciembre

Miguel Ángel Valero

Los analistas de Banca March destacan que la decisión de tipos de la Fed se tomó sin grandes sorpresas. La Reserva Federal decidió volver a bajar los tipos de interés por segunda reunión consecutiva, aunque en esta ocasión prefiriendo un recorte de 25 puntos básicos (pb), hasta el 4,5- 4,75%, en su búsqueda por lograr la máxima creación de empleo y teniendo presente la meta de devolver a la inflación al objetivo del +2% a largo plazo. 

Para la Fed, los indicadores recientes sugieren que la economía ha seguido expandiéndose a un ritmo sólido. Además, ha subrayado que, desde principios de año, las condiciones del mercado laboral se han relajado en general y la tasa de paro ha aumentado, pero sigue siendo contenida. En cuanto a la inflación, ha destacado su progreso, pero cree que "sigue siendo algo elevada". Tras las palabras de Powell, al afirmar que “a corto plazo las elecciones no tendrán efecto en nuestras decisiones”, el mercado no cambiaba sus previsiones de recortes de tipos en los próximos trimestres, incluyendo un recorte más antes de acabar el año, con una probabilidad del 75%.

Carlos del Campo, analista de inversiones de Diaphanum, resalta que la Fed cumplió lo esperado y, de forma unánime, recortó 25 pb los tipos de referencia, hasta el rango 4,5/4,75%, suavizando el ritmo de 50 pb iniciado en septiembre, ante una mayor confianza en la actividad económica de EE.UU. y la dificultad de alcanzar en el corto plazo una inflación cercana al objetivo del 2%. La declaración de la Fed apenas contenía cambios, salvo alguna mención más hawkish sobre la inflación. 

Con un crecimiento salarial del 5%, una tasa de desempleo del 4,1% y un crecimiento del PIB real superior al potencial, la economía de EE.UU. no parece necesitar los recortes de tipos que descontaba el mercado durante el mes de agosto. Así, los inversores han ido reajustando a la baja sus expectativas, coincidiendo con el último movimiento de la Fed y la reciente victoria de Trump, a la espera de una legislatura que se prevé más inflacionista. La reacción de los mercados fue positiva, si bien han estado más condicionados por el resultado electoral en EE.UU., cuyo efecto ha sido favorable para las Bolsas y el dólar, mientras que la renta fija continúa en unos niveles de volatilidad históricamente elevados. 

Por su parte, Christian Scherrmann, Economista Jefe de EE.UU. para DWS, pone el foco en que no hay prisa por la neutralidad. La Reserva Federal mostró mano firme tras las elecciones y recortó los tipos en 25 puntos básicos. Aunque la Fed actuó como se esperaba, el comunicado ya no hace referencia a una "mayor confianza" en las perspectivas de inflación. Cuando se le preguntó, durante la rueda de prensa, por qué habían eliminado esa frase del comunicado, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que esa prueba se había cumplido y que no era un buen momento para dar muchas pistas de cara al futuro. En cuanto a las condiciones del mercado laboral, señaló que las condiciones eran más estrictas, justo antes de la pandemia que en la actualidad. 

Recordemos que la guerra comercial y la política fiscal expansiva ya habían empezado a presionar al alza sobre los precios en ese momento -quizá una indicación muy discreta de lo que en realidad no quieren ver-.

Cuando se le preguntó directamente sobre el resultado de las elecciones y las posibles implicaciones políticas, Powell se mostró diplomático, diciendo que no adivinan ni especulan sobre los resultados, pero reconociendo que esos resultados podrían afectar a sus decisiones políticas. 

En 2016, los banqueros centrales sí debatieron el impacto de posibles cambios en la política comercial en su reunión posterior a las elecciones, según la transcripción publicada. Desde esa perspectiva, es razonable suponer que quizás otros factores también estén entrando hoy en el pensamiento de los banqueros centrales. Sin duda, estas consideraciones implican una gran incertidumbre, ya que el calendario y la magnitud de los posibles cambios en la política comercial y fiscal siguen siendo desconocidos en este momento. Pero, en cualquier caso, esto no debería ser motivo de preocupación a muy corto plazo. 

"En este escenario, seguimos esperando otro recorte de 25 puntos básicos en diciembre y quizá algunos más en 2025. Al mismo tiempo, creemos que a medio plazo puede haber menos recortes de los que esperábamos hace unas semanas. La Fed ya no parece tener prisa por bajar los tipos hacia la neutralidad, como dice Powell", argumenta.

Por último, pero no menos importante, Powell realizó una promesa muy directa: cuando el presidente Trump le preguntó si consideraría renunciar antes del final de su mandato en 2026, respondió: "¡No!".

Nuevo recorte de la Fed, que se adhirió al guion y rebajó en un cuarto de punto los tipos de interés. La Fed había telegrafiado el movimiento y no quiso decepcionar a los mercados. Desde que Bernanke popularizara el “forward guidance” como herramienta de política monetaria, los bancos centrales hacen uso exhaustivo de la misma, y Powell no quiso restarse credibilidad. "Sin embargo, parece difícil que los recortes de tipos sigan el ritmo previsto por el organismo en su anterior reunión. La economía americana sigue extraordinariamente sólida, y los recortes impositivos que promete Trump deberían si no acelerar, como mínimo apuntalar el crecimiento actual. Además, la agenda del republicano es netamente inflacionista. Así pues, Powell deberá sopesar muy bien si sigue recortando el tipo de interés de referencia, lo que, en caso de suceder, creemos que tiene poco recorrido ya", señala David Macià, director de Inversiones y Estrategia de Mercados de Creand Asset Management en Andorra

"El otro tema candente ayer era la convivencia con Trump hasta que expire el mandato actual en mayo del 2026, y Powell, a preguntas de los periodistas, negó la posibilidad de una dimisión anticipada. Asegurar la independencia de la Fed es crítico para la estabilidad de los mercados, y dado que el presidente no puede, legalmente, forzar cambio alguno, parece que eso al menos está garantizado unos meses más. Trump propondrá, eso sí, al siguiente presidente, algo que podría inquietar a los mercados, pero que no debería suceder antes de finales del 2025", señala.