Miguel Ángel Valero
Llegó, desgraciadamente, el momento de la despedida. Adiós a los bosques de Lugo, a los placeres de la caminata, la conversación, el descubrimiento (después de tres años caminando juntos gracias a Cojebro resulta que Pedro Zabaleta, sí al que le perdieron la maleta, y yo estudiamos juntos en el mismo colegio, los Dominicos de Atocha, él un año más tarde que yo, lo mismo que el chef de Casa Ricardo, restaurante que está justamente enfrente de la basílica y muy cerca de la sede de la organización empresarial de corredurías de seguros), la conexión, la gastronomía (este año se ha subido claramente de nivel, gracias a los socios de Cojebro y también a la mano maestra del cocinero), la buena compañía.
También decimos adiós a las agujetas, al dolor en músculos que uno ni siquiera sabía que tenía, a la diabólica combinación de lluvia y viento que cala hasta los huesos,
Pero no decimos adiós al Camino, porque es ahora cuando empieza. Es ahora cuando se debe notar que es una experiencia que te cambia la vida.
Ya está en marcha la VIII edición del Camino Cojebro Solidario, del 20 al 26 de septiembre de 2025. Serán los últimos 100 kilómetros del Camino de Invierno. Es una ruta que tiene casi 250 kilómetros, atraviesa las cuatro provincias gallegas, pasa por Valdeorras, Ribeira Sacra y Deza. Es la entrada natural a Galicia desde la meseta, un acceso ya usado por los romanos, y la alternativa invernal (de ahí su nombre) a la dura subida a las cumbres nevadas de O Cebreiro, por donde penetra en Galicia el Camino Francés, y también para evitar los desbordamientos frecuentes de los ríos del valle del Valcarce.
Arranca desde Ponferrada, en la comarca leonesa del Bierzo, donde el peregrino se desvía a la izquierda en lugar de continuar de frente por el Camino Francés. El Camino de Invierno sigue prácticamente el curso natural del caudaloso río Sil por la comarca ourensana de Valdeorras. Luego discurre por el sur de la provincia de Lugo, continúa por la comarca del Deza (Pontevedra), hasta llegar a Santiago de Compostela.
Parece que es una ruta creada por los romanos. Está documentada una calzada secundaria que partía de las explotaciones de oro de Las Médulas hacia la Vía XVIII, que pasaba por la comarca de Valdeorras. El túnel romano de Montefurado es otra evidencia histórica.
El Camino de Invierno acumula mucha historia. Por aquí entraron las tropas invasoras de Napoleón. Y se construyó, en 1883, el primer trazado del ferrocarril que comunicaría Galicia con el resto de la Península.
Parte de Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad. Atraviesa Valdeorras y la Ribeira Sacra, territorios de vinos sobresalientes, cultivados en los lugares más inverosímiles. Y es la zona donde más se consolidó el Románico en España. Se puede disfrutar del patrimonio monumental de Monforte de Lemos, de las bodegas y la arquitectura tradicional de Chantada.
El Camino de Invierno sube hasta O Faro, donde se pueden contemplar paisajes de las cuatro provincias gallegas. En Lalín confluye con la Vía de la Plata para continuar juntos hasta Santiago.
Además, tiene un aliciente: frente a la creciente masificación de algunas rutas, es un Camino poco transitado.
En la última jornada del VII Camino Cojebro Solidario, ya en el Parador de Santiago de Compostela, los peregrinos fueron recibidos por el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. No perdió la ocasión, como buen político que busca dinero debajo de las piedras, de invitar a Cojebro, a las corredurías de seguros y al sector asegurador a participar en la financiación del Xacobeo 2027, que es Año Compostelano. Pero no deja de ser un reconocimiento, oficial y público, del creciente protagonismo del seguro en la actividad económica y social de Galicia y de España.
La cena de despedida, una oportunidad de reconocer a dos instituciones públicas: el Consorcio de Compensación de Seguros, y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Y a dos servidores públicos procedentes de ellas: Alejandro Izuzquiza (que recorrió conmigo parte del Camino a muy buen paso a pesar del vendaval de agua y de barro) y Sergio Álvarez.
El protagonismo del pacharán
Aunque no es el primer año que Marcos Barón lleva al Camino Cojebro su pacharán casero, éste ha sido el de su consolidación, quizás por su contribución a combatir el agua y el viento. Así que me animado a impulsar este brebaje con unos versos:
Pacharán, pacharán
las hábiles manos de Marcos te elaborarán
Pacharán, pacharán,
quiénes te beberán
El de Pamplona duerme la mona
Goza el de Zaragoza
Solaz encuentra el de Moratalaz
A José María le inunda la alegría
A Alejandro la endrina se le empina
Pacharán, pacharán,
quienes te disfrutarán
Mientras tanto, los borrachos una conga bailarán
Así, que buen Camino, que es ahora cuando, de verdad, empieza.