05 Apr
05Apr

Miguel Ángel Valero

"No han faltado episodios que han jugado a la contra. Pero gracias a nuestra determinación y capacidad de superación, y, sobre todo, a la confianza que en nosotros han depositado ustedes, nuestros accionistas, podemos vislumbrar un futuro como proyecto empresarial autónomo e independiente, capaz de fijar su propia hoja de ruta”. Era la despedida de Manuel Azuaga en la junta general de accionistas de Unicaja, tras siete años como presidente.

El consejero delegado, Isidro Rubiales, concreta esa hoja de ruta, que ejecutará junto a José Sevilla como presidente no ejecutivo y con el fichaje de Luis Coronado, procedente del Santander, como director del Negocio Minorista:

  1.  Priorizar proyectos y fijar objetivos comerciales realistas y exigentes
  2. Medidas de choque para aumentar el margen comercial y los ingresos
  3. Introducir mejoras en la dinámica comercial, en las vertientes de la sistemática comercial, los mecanismos de fijación de precios y la experiencia del cliente, asegurando la agilidad y la calidad de su respuesta
  4. Cambios en distintos niveles orientados a la transformación integral de procesos
  5. Priorizar inversiones tecnológicas y digitales, en un contexto en el que el control de costes es esencial para seguir siendo competitivo 6) Impulsar un plan de gestión de activos no productivos, centrado en la aceleración del proceso de gestión y reducción de los mismos 
  6. Diseño y      despliegue de estructura de comités internos y un nuevo organigrama, que se ha completado con el fichaje del Director General de Negocio Minorista
  7. Cambios en la gestión del talento y en los modelos de relación con la plantilla, las organizaciones sindicales, los analistas e inversores, y los accionistas
  8.  Renovación de la identidad corporativa, ya en marcha

Esta "nueva etapa" de Sevilla-Rubiales comienza con la reelección de María Luisa Arjonilla López como consejera independiente y el nombramiento de Víctor Covián Regales como dominical (representa a la Fundación Bancaria Caja Asturias), en un consejo de 15 miembros, con un 40% de mujeres; un dividendo en efectivo de 132 millones€ con cargo a los resultados de 2023 (267 millones), lo que supone un 'pay-out' del 49,52%; y una recompra de acciones en marcha por 100 millones.

Frente a otras juntas anteriores, ésta ha sido plácida, sin sobresaltos, porque todo estaba bien atado y acordado. El presidente saliente asegura que las aportaciones de su sucesor, José Sevilla, “resultarán muy valiosas y enriquecerán el consejo, dada su dilatada experiencia y exitosa trayectoria en el sector financiero”, y serán fundamentales para "seguir construyendo el banco que queremos para el futuro, un banco más dinámico y eficiente, que aproveche todo su potencial de crecimiento de la actividad para aumentar la rentabilidad y crear valor para los accionistas y el resto de grupos de interés" como "entidad de crédito orientada al negocio minorista". Además, el consejero delegado cuenta con una "sobrada y contrastada capacidad y liderazgo". 

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