21 Jun
21Jun

Miguel Ángel Valero

Frente a las visiones apocalípticas para el empleo en España de la inteligencia artificial (IA) y concretamente de la generativa (GenAI) Armando Martínez, responsable de Tecnología e IA de PwC, y Eva García San Luis, responsable de IA en KPMG, coinciden en asegurar en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander que hasta ahora estas tecnologías no han destruido ningún puesto de trabajo. 

Todo lo contrario. Como se está utilizando la IA como asistencia a las personas está generando empleo y, como mucho, cambios de funciones en algunos empleados, explica Eva García San Luis, que destaca también el incremento de su uso por los abogados, en atención al cliente, y en mantenimiento y seguridad. Cita, por ejemplo, el ChatGPT de Mapfre para su red de agentes de seguros.

Por su parte, Armando Martínez destaca que la productividad en las empresas que están usando. IA se multiplica por 4,8, los salarios de los empleados especializados en inteligencia artificial se dispara un 25%, el empleo ligado a estas tecnologías se multiplica por 3,5 veces, y crecen el 25% las ocupaciones más capaces de aprovecharlas. También pone de ejemplo el uso que hace Nationale-Nederlanden para mejorar el tiempo de aprendizaje de sus empleados sobre productos de seguros, las aplicaciones de GenAI para las licitaciones públicas, para mejorar los mecanismos de control de las Administraciones Públicas, y en publicidad adaptada a cada cliente.

La implantación de la IA es ya imparable. Según el  experto de PwC, hay más de 1.5000 herramientas de GenAI y de machine learning (aprenzizaje automático), con más de 10 Large Lenguage Model (LLM) a la semana, por encima del centenar de proyectos de Open Source al mes, surgen más de 100 startup ligadas a IA cada mes, y en dos años los artículos sobre IA han aumentado un 30%.

 Frente a esta realidad, solamente el 20% de los datos de las empresas están estructurados. Y apenas se usa el 0,5% de los no estructurados, cuando GenAI puede sacar partido de toda la información, con la ventaja de que un único modelo es adaptable a varios casos de uso.

Pero Armando Martínez avisa: la mitad del valor de GenAI se obtiene en cinco casos de uso, y el 20% genera el 75% del valor. Por eso es clave adoptar patrones de casos de usos similares para aprovechar las oportunidades que ofrece GenAI.

Al mismo tiempo, los expertos de PwC y de KPMG reivindican un uso responsable de la IA para mitigar los riesgos (económicos, sociales, medioambientales, regulatorios, reputacionales, de rendimiento, seguridad y control) y cumplir los requisitos regulatorios, las demandas de los consumidores y las expectativas de los empleados.

Y advierten de los riesgos específicos de GenAI: sesgos, fines maliciosos, discriminación, confidencialidad y protección de datos, propiedad intelectual, costes, bases de datos inadecuadas, regulatorios, sostenibilidad. Las mejores armas, la formación, el fomento de una cultura corporativa de responsabilidad ética, y la revisión periódica de las herramientas

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