17 Jul
17Jul

Miguel Ángel Valero

El seguro escolar obligatorio cubre a los alumnos dentro de los colegios (el personal docente y el laboral están cubiertos por sus respectivos convenios colectivos) en los más de 28.400 centros públicos, concertados y privados. Desde 1953 se extendió a 3º de la ESO y al tercer ciclo universitario, hasta un límite de 28 años de edad del estudiante.

Este seguro contempla accidentes, infortunios familiares, y gastos sanitarios en hospitales públicos y colaboradores. Cuesta 2€ anuales, compartidos al 50% entre el alumno (lo paga con la matrícula) y el Ministerio de Educación.

Puede resultar una póliza muy barata pero suscita perplejidad las cantidades de las indemnizaciones: de 151€ a 601 por invalidez; 30€ por gastos de sepelio; y entre 86€ y 129, dependiendo si es o no familia numerosa, por fallecimiento en la familia.

"Unas coberturas claramente insuficientes, que preocupan a los centros escolares, no solo a las familias", explica Ángel Crespo, director de Negocio Colectivo de Mapfre España. Y que explican que esta aseguradora cuente con más de 200.000 alumnos y profesores protegidos, más de 1.500 centros privados y concertados, 3,5 millones€ en primas, una cuota de mercado del 17%, y una demanda que lleva creciendo cada año más del 25% desde 2019. "Estamos creciendo más que el sector en el seguro escolar", insiste.

La nueva producción del seguro escolar de Mapfre, que se ofrece como complementario al obligatorio, ha pasado de 200.000€ en 2019 a 1 millón en 2023. La demanda, de 1,45 millones en primas emitidas a 3,5 millones. Y los colegios asegurados, de 210 a 1.900.  Y eso que quedan fuera los centros escolares vinculados a la Iglesia, que suelen asegurarse con UMAS.

Claro que, aunque digan que las comparaciones son odiosas, en este caso no hay color. Mapfre indemniza con 10.000€ el fallecimiento accidental; hasta 50.000€ de renta por invalidez; y paga el colegio hasta finalizar los estudios a la persona que sufre el fallecimiento de padres o tutores.

Además, ofrece coberturas adicionales: asistencia psicológica, prótesis, rotita de gafas, gasto de sepelio, becas de estudios. También,  chat médico, educación en prevención (sesiones sobre salud y nutrición), prevención del acoso escolar y del ciberacoso, cobertura de protección digital de ordenadores y aplicaciones del profesorado, que incluye la información y la integridad digital del centro escolar.

En ciberacoso, el seguro escolar de Mapfre ofrece un seguimiento de las apariciones del menor en Internet, borrado de las publicaciones dañinas, seguridad digital, asistencia psicológica, recuperación del control de cuentas hackeadas, investigación y análisis de la actividad, y certificaciones e informes periciales.

"El seguro es contratado por el colegio, y en ocasiones también interviene la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, la Ampa", explica Ángel Crespo.

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