Miguel Ángel Valero
En la sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la segunda edición de los premios de periodismo de la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) fue para Ignacio Fariza, de El País, en la categoría joven, y a Belén Carreño, de Reuters, en la categoría general.
Organizados con el patrocinio de Mutua Madrileña, Repsol, Santander y PWC, el acto de entrega de los premios contó con la presencia de la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, y el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura.
Éste advierte de los momentos difíciles que vive el periodismo, "el de verdad, el de letras mayúsculas" ante el avance de la desinformación y el pseudoperiodismo: "Ni una cosa ni otra son buenas para la democracia y para una sociedad avanzada y libre. Para la CNMV, como supervisor de transparencia del mercado y de protección del inversor, la información de calidad es absolutamente esencial. Para que los mercados funcionen, la prensa debe funcionar. Y para que las autoridades independientes funcionemos, la crítica periodística seria es también esencial".
"Los emisores y las empresas que operan en los mercados financieros tienen que ser exigentes con separar sus legítimos intereses comerciales o estratégicos de sus relaciones con los medios de comunicación. Y también con el rigor y la claridad de los datos que difunden a los inversores, a menudo a través de los medios". Y éstos deben "ser exigentes con el respeto a la verdad y a la calidad de las informaciones que difunden".
Jorge Zuloaga, presidente de la APIE, destaca que los premiados «se han elegido entre más de 30 candidaturas de primera categoría" y que estos premios cobran "más importancia en momentos actuales, de incertidumbres en la profesión, malas prácticas y ataques externos", ya que "buscan reconocer la excelencia en la información económica y los valores que deben impulsarla: respeto a la verdad, independencia, claridad, precisión, pedagogía, espíritu crítico, amplitud de miras e imparcialidad. Estas son las armas que tenemos los periodistas para combatir la desinformación, la falta de credibilidad y los intentos externos de controlarnos".
Tras recoger su premio, Ignacio Fariza señaló que "en un momento de máxima polarización como este, creo que es más importante que nunca la profundidad, la mirada reposada y analítica, y la observación de lo que ocurre más allá de nuestras fronteras, más allá de lo inmediato. Siempre, desde la independencia y la crítica, el enfoque generalista y abierto a todo tipo de lectores, y tratando de aplicar esa vieja máxima periodística de desentrañar los asuntos más complejos de la forma más sencilla. Ese es, creo, el fin último de este oficio".
Belén Carreño avisa de "uno de los fenómenos que más daño están haciendo al periodismo": la idea de controlar el relato, practicada por políticos y empresas para implantar "una visión unívoca, que desvirtúa el papel del periodismo". "El buen periodismo está para poner pegas; para contrastar, contextualizar y explicar, subraya, al tiempo que pide "respetar el papel de los medios y fortalecer su papel crítico y de contrapoder".