Miguel Ángel Valero
Fueron siete. Como los días que Dios necesitó para crear el mundo (en realidad, seis, porque el séptimo descansó, el domingo para los cristianos, el sabbath, para los judíos). Siete son los días de la semana, y las virtudes cardinales, y los sacramentos, pero también los pecados capitales. Siete también fueron las palabras que pronunció Jesús de Nazaret en la cruz.
En el hinduismo, hay siete chakras, los puntos de energía en el cuerpo humano desde la base de la columna vertebral hasta la coronilla. En el budismo, siete factores de iluminación que conducen al nirvana, a la extinción en lo absoluto. En el tarot, el Arcano Mayor número 7 es El Carro, que simboliza el impulso y la dirección en la vida.
Eran siete. Como los 7 magníficos, o los 7 enanitos de Blancanieves. Pero aquí eran siete corredores de seguros que en 1993 crearon la Asociación del Eje del Ebro, la actual Cojebro. Impresiona el video de Emilio Blay, primer presidente de la que ahora es la organización empresarial de corredurías de seguros y que ocupa la presidencia de honor, en el acto celebrado en el Real Casino de Madrid (un escenario talismán para el presidente de Cojebro, Antonio Muñoz-Olaya, y para Mercedes Porras, y también para la propia institución, que ha ido celebrando allí sus sucesivos aniversarios).
Los siete se ha convertido en 51, y serán algunos más, dentro de la estrategia de "crecimiento selectivo" en socios que aplica la organización. Siempre que cumplan el primer requisito: "ser buenas personas".
Pero el 30 aniversario solo podía comenzar de una manera, con un emocionante minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la DANA, mientras un violín electrónico interpretaba el himno de la Comunidad Valenciana.
La presidenta del Consejo Social de Cojebro, Pilar González de Frutos, destacaba "el éxito, no solo profesional, sino sobre todo de acción social" de la organización, manifestada en el SegurLike Help puesto en marcha instantes después de la DANA, evidenciando tanto "el liderazgo en la solidaridad" como que ésta se encuentra "en el ADN del seguro".
En la misma línea, la presidenta de Unespa, Mirenchu del Valle, subraya que el valor social del seguro se demuestra en esos duros momentos.
Luego se entregaron diplomas a las corredurías más activas en la manifestación de esa solidaridad con los afectados por la DANA.
Alejandro Izuzquiza, muy emocionado, hasta el punto de que casi no se le oía, confesaba que "es la primera catástrofe que no vivo en directo desde el Consorcio", y leyó una carta de un socio de Cojebro afectado por la DANA. También subraya el papel fundamental de la colaboración entre el Estado y las aseguradoras, concretada en el Consorcio (al que ha dedicado buena parte de su vida profesional).
Antonio Muñoz-Olaya también apunta a esa colaboración público-privada, que beneficia en primer lugar a los asegurados, pero también a toda la sociedad. Y, mientras muchas corredurías sufren problemas de relevo generacional, Cojebro tiene en marcha, desde hace tiempo, SegurLike Sucesores.
El presidente de Cojebro desvela la estrategia de la organización: más presencia activa en las redes sociales; potenciación del Campus, también de SegurLike "dentro y fuera del sector", para dar la máxima visibilidad a la función social del seguro. En definitiva, "trabajar juntos, en beneficio de todos, para honrar el legado de los fundadores, porque juntos, el futuro es nuestro, porque juntos, sumamos". Y por supuesto, el Camino Cojebro Solidario, del 20 al 26 de septiembre de 2025, con los últimos 100 kilómetros del Camino de Invierno.