"El Gobierno alemán está aprovechando al máximo el escaso margen de maniobra de que le permite el llamado freno de la deuda para inyectar fondos públicos en la economía, pero las medidas son insuficientes para hacer frente al gran y creciente déficit de inversión del país", advierten Eiko Sievert, Julian Zimmermann y Elena Klare, analistas de Scope Ratings.