Las perspectivas son más positivas en términos de actividad (0,3 puntos más en 2024 y sin cambios en 2025), de la mano de EEUU, que mantienen la inercia de los últimos trimestres, una Eurozona ligeramente más equilibrada a partir de la segunda mitad del año (a excepción de Alemania que mantiene cierta atonía) y unos mercados emergentes beneficiándose de cierta mejoría del entorno exterior (incluida China).